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jueves, 16 de enero de 2014

Y coincidir!!!

Entre tantas personas es posible coincidir con aquella que te provoque atracción desmedida? Fui a Lima a pasar las fiestas navideñas y el año nuevo con mi familia ya que los visito cada 3 meses y siempre reclaman mi presencia. Aproveché en visitar familiares y por supuesto en reencontrarme con mis amigas lesbianas a las que no veía hace muchos meses. Obviamente el plan era uno solo, ir a la discoteca de ambiente más conocida de Lima y conocer chicas… jajaja… coincidentemente todas estábamos solteras y solo una tenia pareja. Hace mucho tiempo que no pisaba ese lugar, en Cajamarca no existen lugares de ambiente y la gente es muy reprimida y cucufata. Es por eso que al entrar y ver a tanta gente como yo, me sentí libre y afortunada de poder estar ahí. La noche se veía prometedora, habían muchas chicas lindas, bailando, tomando y no todas tenían pareja… esa era la mejor parte, en el grupo había una chica interesante, que llamó mi atención, pero lamentablemente al hablar con ella la magia se fue y lo único que hizo fue hablarme de su ex y decirme que iba a volverse hetero porque ya no confiaba mas en las mujeres, en realidad la chica estaba despechada y bebiendo más de la cuenta por lo que me pareció una mala idea seguir conversando con ella… más vale prevenir, que lamentar! Eso me lo enseñó mi madre! La noche avanzaba, todo el mundo intercambiando miradas, bailando, tomando y yo disfrutando cada minuto, observando a tantas mujeres solas y emparejadas, pero todas reunidas en ese lugar hecho para nosotras, en el que sabes que si te acercas a una chica definitivamente va a ser lesbiana y si no te liga entonces será tu amiga y podrán compartir muchas cosas de ahí en adelante o simplemente te servirá de experiencia para manejar mejor el rechazo… jajaja. Transcurrieron las horas y yo seguía pensando y pensando en qué demonios hacía yo viviendo en Cajamarca alejada de todo lo que me gusta, reprimiendo mis verdaderos sentimientos y resignándome a llevar una vida heterosexual por falta de oportunidades como esta, en fin, seguí mirando a la gente, cuando en eso veo a mi ex Lucia conversando con una chica que me llamó mucho la atención por su apariencia, tenía un look poco común y que encima le quedaba lindo, porque para tener looks diferentes, te tiene que quedar bien, sino olvídalo… la cuestión fue que Lucia habló con esta chica y luego regresó al grupo sin pena ni gloria. Yo, aprovechando el pánico y confirmando que la chica era amigable, me dije, bueno Alanis, qué estás esperando? Sácala a bailar! Ahora mismo! Y deja de perder el tiempo mirando! … y así fue, al toro por las astas no? Me acerqué con toda la seguridad del mundo, armándome de valor claro está, y le pregunté con mi mejor sonrisa “Quieres bailar?”, ella se quedó mirándome por algunos segundos y me dijo “Claro!”, ya no recuerdo que canción era, en realidad solo recuerdo su rostro, su cabello con ese look tan raro y a la vez tan extravagante que me llamó tanto la atención, pero eso no fue todo, cuando la miré me di cuenta que tenía unos ojos preciosos, no podía precisar el color porque estaba oscuro, pero estaba segura que eran claros y completamente vivaces, me atrajeron tanto que ella hablaba y yo no escuchaba nada, o sea la estaba oyendo pero no entendía nada…. Lo sé fue una falta de respeto! Pero así fue, no puedo mentirles, solo me entraron unas ganas incontrolables de besarla! No sé cuántos minutos transcurrieron, sé que fueron pocos, yo ya estaba con varias cervezas encima y creo que fue eso lo que me impulsó a besarla, así sin más ni más, le di un gran beso, apasionado, largo y completamente ardiente. Hoy al recordarlo sé que me pasé de la raya, y si lees esto Carolina, perdóname, sé que fui una conchuda total, pero no pude contenerme, me gustaste demasiado y temía que al acabar la canción me dijeras gracias y yo me quedara con las ganas de probar tus labios y sentir su sabor, así que fui arriesgada y te besé antes de que pudieras decirme que no. Lo mejor de todo fue que ella me correspondió y las dos nos envolvimos en un gran beso interminable que cuando nos dimos cuenta solo nos miramos, sonreímos y seguimos conversando, no por mucho tiempo porque ya no pudimos parar de besarnos. Hace tiempo que no vivía algo así, tan fugaz, espontáneo, inesperado, pero muy apasionado. En ese momento descubrí que Carolina y yo teníamos mucho en común: no vivíamos en Lima, no nos conocíamos, nos estábamos empezando a gustar y nos importó un pepino que la gente nos mirara porque en realidad nuestros besos eran un espectáculo público…. Jajaja… lo sé porque mis propias amigas se acercaron a decirme “Por favor ya deja de besarla de esa forma que todo el mundo las está mirando”, obviamente que no les hice caso porque si la gente nos miraba era de pura envidia o tal vez porque querían aprender algo, no lo sé….. Esa noche ella y yo bebimos, bailamos y nos besamos hasta que la discoteca cerró y nos echaron de ahí, mis amigas me hicieron bullyng porque las abandoné por una desconocida y Carolina y yo salimos de la mano hacia el parque que está cerca y nos sentamos en una banca a conversar como si ya nos conociéramos desde antes, no pudimos seguir besándonos porque en Lima no puedes hacer eso en la vía pública y sobre todo a la luz del día, pero sin embargo aprovechamos el tiempo para conocernos, al menos un poquito, ella me habló de sus viajes, de sus experiencias con chicas, me dijo que no había tenido una relación duradera con una mujer, y quiso dejarme claro en todas las formas que ella era un alma libre, que no era celosa y que lo único que quería era viajar y conocer la vida a su manera, sin ataduras, ni compromisos. Yo la escuchaba y mientras lo hacía me daba cuenta de lo desgarradoramente diferentes que podíamos ser, solo atiné a pensar en la cuadriculada y milimetrada forma en la que había decidido vivir mi vida y estaba segura que si ella me conocía un poco más definitivamente se daría cuenta inmediatamente de que yo no era el tipo de mujer que le movería el piso. Ya eran como las 7 de la mañana y obviamente nos estábamos muriendo de hambre, entonces la invité a desayunar en el Mc Donalds frente al parque y que permanece abierto 24 horas… desayunamos, conversamos, no dejamos de mirarnos, intercambiamos teléfonos y yo, en silencio, me preguntaba cómo sería hacerle el amor a esa mujer tan guapa, libre, atractiva y a la vez tan diferente a mí. Como todo un caballero que soy (ja ja ja) me ofrecí a dejarla en su casa y pensé que no la volvería a ver nunca más, les confieso, aunque no lo crean, que esa sensación me dio un poco de miedo. Esa mañana sentí envidia de la buena por esa mujer tan linda, decidida, desinhibida y apasionada que el destino me había permitido conocer. Carolina era de Ecuador y solo estaba de paso por el Perú, estaba viajando hace 7 meses y yo era una chica más que conocía en su travesía por Sudamérica, obvio que lo primero que pensé fue que no había forma de volvernos a ver, pero algo debí hacer bien porque Carolina y yo nos reencontramos esa noche y solo sé que al despedirnos me di cuenta que iba a ser muy difícil dejarla ir.

1 comentario:

luzjah dijo...

Oyeee jajaja sin pena ni gloria? Me haCES quedar mal con mi jale! Es otra cosa que amI no me haya llamado la atención! Ya no te leo molesta indignada estoy jaja.