Me van leyendo

viernes, 7 de marzo de 2008

La besé y ella también me besó!!! (II parte)

Al día siguiente, o mejor dicho, más tarde, pudimos dormir un par de horas, creo que yo no podía dormir de lo emocionada y excitada que me sentía, pero lamentablemente era día de semana y teníamos que ir a la oficina temprano. Nos levantamos y me metí a la ducha, Sam aún dormía y yo aproveché para bañarme (felizmente mi cuarto está en el patio de mi casa y tengo un baño para mi sola.... esa fue una gran ventaja en realidad!!!) .... cuando en eso sentí que golpeaban la puerta del baño y era ella, estaba desnuda y me dijo con esa voz que tiene de protagonista de novela mexicana "Puedo bañarme contigo???" yo me quería morir, no podía creer que uno de mis sueños se estaba haciendo realidad y obviamente le dije que entré rápido .... jajaja... fue realmente lindo bañarme con ella y como les repito ese día no hicimos el amor, simplemente nos acariciamos, nos jabonamos mutuamente, con toda la ternura del mundo y super despacio para no perdernos nada, lamentablemente se nos hacía tarde y tuvimos que salir de la ducha para enfrentar nuestra cruda realidad.

La realidad era que me moría de miedo que mi mamá o alguna de mis hermanas entrase y nos encontrara juntas pero créanme que fue más fuerte mi deseo de bañarme con ella que el miedo a que me boten de mi casa... felizmente nunca se dieron cuenta y esa fue solo una de las primeras noches que Samantha se quedó a dormir conmigo. En esa época mi papá me llevaba al trabajo en su carro, yo no sabía donde meterme cuando salí con Sam de mi cuarto, me sentía tan rara, tan cínica, pero ni modo, tenía que aprender a fingir si quería continuar con esto.

Las dos estábamos raras, como avergonzadas, como que no creíamos todavía lo que habíamos hecho, pero en el fondo yo me sentía feliz y me brillaban los ojos como nunca antes me habían brillado en mi aburrida vida. Creo que todo el mundo pudo ver que algo había cambiado porque Sam y yo no podíamos dejar de mirarnos con carita de perro atropellado, sólo quería seguir besándola y abrazándola, quería gritarle al mundo que la amaba y que nadie iba a separarnos nunca porque estaba segura que era el gran amor de mi vida.

Pasaron muchas cosas después de esa primera vez, vivimos muchos momentos felices y muchos otros muy duros, a decir verdad ninguna de las dos estaba preparada para asumir una relación homosexual en nuestras vidas. Samantha tiene una hija y eso la detenía muchísimo y yo siempre tuve miedo al qué dirán y a que mi familia se averguence de mi. Sin pensar en todo el dolor que nos iba a traer esta relación, nos embarcamos en la más descabellada experiencia hacia la relación más pura que habíamos tenido ambas hasta el momento, el camino fue muy difícil y aún llevo en mi alma las cicatrices de las heridas que me dejó Samantha en el corazón.

A Sam y a mí nos costó mucho trabajo reconstruir nuestra amistad sin celos y sin mentiras, sin resentimientos y sin reclamos, pero he podido comprender que el tiempo nos ayuda a madurar y también a encontrar personas que nos hacen recordar que el amor todavía existe y que todos tenemos derecho a una nueva oportunidad para enamorarnos.

Ella está feliz con su nueva vida, volvió con el padre de su hija y ahora tiene la familia que siempre quiso, en cambio yo aún sigo esperando por esa mujer que se enamore de mí y me deje invadir un poco su espacio, esa mujer que me quite el sueño y me haga suspirar cada vez que piense en ella, esa mujer que me inspire tanto que me haga querer ser mejor persona, esa mujer que de solo mirarla me haga sentir feliz, una mujer a quien pueda admirar, cuidar, proteger, besar, acariciar, engreir, jugar, bromear, pelear y dormir.

Si tú crees que ya encontraste a la mujer de tu vida, cuídala y no la dejes ir porque a pesar que hayan muchas en el mundo, es muy difícil encontrar a la indicada, esa con quien quieras pasar todos tus momentos, compartir tu casa, tu cuerpo y por qué no tu existencia entera.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Samantha leyó mi blog...


Si, exactamente así como lo leen y lo bueno fue que le gustó mucho... encima se emocionó y aún no puede creer que sea la protagonista de historias tan bonitas... no les dije que a veces la confundía con una protagonista de novela mexicana... jajaja... por lo dramática que se pone con esto del romanticismo... mis queridas lectoras, sólo quería compartir con ustedes el email que Sam me escribió hoy a mi oficina diciéndome lo siguiente (perdonen si la redacción no las cautiva pero lo estoy pegando sin editarlo para que puedan conocerla un poquito) :

"Definitivamente necesito empezar esto diciendo que lo que ha escrito Alanis me ha dejado sin aliento, leer como expresa tan dulce y subliminalmente nuestro primer beso es indescriptible, cosas como esa solo la pueden lograr personas como ella, como siempre le dije, casi angelicales, de otro mundo.

Cuando la encontré supe que iba a marcar mi vida y fue así, al principio cuando trabajábamos juntas, ella no me ponía atención y yo era súper cariñosa, todo el tiempo le hablaba. Le contaba cosas, y poco a poco me fui ganando su confianza y su amor, un día para su cumpleaños le escribí una nota en la que le decía lo mucho que la quería y lo rápido q había sido todo entre nosotras, como amistad claro porque yo NUNCA pensé en ella como otra cosa que no sea una amiga, la mejor de todas, y le puse tantas cosas bonitas que al final tuve que poner “no creas que me he enamorado de ti jajajaja”.

El día del beso fue así como ella lo está contando y lo cuenta tan bien, que me parece hasta sentirlo nuevamente, yo siempre he sido una chica media atolondrada, saliendo con patas, divirtiéndome hasta q ya no podía mas, viviendo la vida loca, y tenía muchos problemas como pueden suponer porque esa vida solo trae problemas, los problemas en mi casa eran infinitos, en resumen vivía envuelta en un remolino todo el tiempo, y bueno el beso..........me salvó en todo sentido así como la película TITANIC cuando la Rose dice q Jack la salvó en todo sentido, igual; en ese instante mágico, tipo cenicienta sentí que todo cambiaba, que mi vida daba una vuelta, que al fin me besaban con ternura y con todo el cariño que nunca había conocido, y sin pensar si era chico, chica, perro o gato, como también le decía siempre, me dejé besar y la besé apasionadamente como nunca había besado a nadie, y desde ahí viví los momentos mas tiernos y maravillosos de mi vida, llenos de amor, pasión como jamás había conocido creo que estuve muerta y con ella recién nací.

Definitivamente yo no soy lesbiana, tengo ahora un marido y una hija de 10 años que es preciosa, y siempre he tenido parejas hombres, en realidad no sé que me pasó con ella, solo correspondí a su amor y dejé que las cosas pasen sin temores ni vergüenzas y como repito es lo mejor que he hecho en mi vida.

Espero que les guste nuestra historia, yo en realidad solo soy parte de la vida de ella, una parte muy chiquita pero como ella explica, fue el principio de la toma de conciencia de su propia personalidad su verdadera opción sexual y me encanta ser parte de todo eso.

Seguimos siendo amigas aunque a veces se pone celosa de mi marido y peleamos porque dice que se cree mi dueño, yo la entiendo porque aún ahora cuando estamos juntas sigo pidiéndole que me de un besito auque sea uno chiquito y se ríe y de buena gana me lo da, porque secretamente sin que se entere la chica por la que se muere ahora, todavía le gustan mis besos."


Como se podrán dar cuenta Samantha y yo seguimos siendo buenas amigas, y eso que dice al final no es 100% cierto, no sé si a ustedes les pasa pero hasta ahora entre ella y yo hay un vínculo que no podemos romper, y no es amor como el de antes obviamente, es otra clase de amor, es algo más tranquilo y puro. Lo que si es cierto es que luego otra chica me robó el corazón, lamentablemente una vez más, no fui correspondida de la misma manera pero bueno, esa es otra historia, y la contaré después de que detalle un poco más mis vivencias con Samantha.

Te quiero mucho Sam y gracias por escribir....


domingo, 2 de marzo de 2008

La besé y ella también me besó!!! (I parte)


Cuando nuestros labios se encontraron, yo cerré los ojos como esperando con resignación la cachetada de desprecio... pero enorme fue mi sorpresa al sentir que Sam me estaba besando también, y no fue un beso tranqui, nada que ver, primero juntamos nuestros labios y nos besamos despacito, luego de unos segundos y al darme cuenta que era correspondida intenté introducir mi lengua en su boca, para mi sorpresa y satisfacción ella se dejó y luego hizo lo mismo, hasta que lo que empezó en un beso tierno e inocente se convirtió en ese tipo de besos que das y recibes como si los hubieras deseado hace mucho mucho tiempo. No les puedo asegurar cuánto duró, no lo recuerdo, en realidad ese día perdí no solo la noción del tiempo si no también la noción de la realidad, de mi vida, de mis gustos, de mi perspectiva, cuando dejamos de besarnos las dos sabíamos que habíamos traspasado un muro que ya no íbamos a poder levantar nuevamente. Sólo nos miramos y nos abrazamos muy fuerte, yo le dije al oído que la amaba y que prometía cuidarla siempre, ella me dijo que sentía lo mismo por mí.

Esa noche, Samantha y yo ya no dormimos conservando nuestra distancia en mi pequeña cama de una plaza, esa noche nos seguimos besando, nos abrazamos y conversamos mucho sobre como nos había ocurrido todo eso, sobre cuánto tiempo habíamos deseado ese beso. Ella me dejó tocarla y también lo hizo conmigo, no hicimos el amor, no sabíamos cómo... no es broma, no estoy mintiendo, simplemente estábamos felices de estar juntas y de sentir lo mismo. No necesité hacerle el amor para demostrarle cuánto la amaba, creo que ya se lo había demostrado a lo largo del año que estuvimos juntas como mejores amigas.

Ahora comprendía claramente por qué anteriormente no podía tener una mejor amiga, era simplemente por temor a eso... a enamorarme de una chica. Y eso me pasó con Sam, me enamoré perdidamente de ella, no medí las consecuencias, no quise hacerlo, me aventé a una piscina sin agua, me atreví a ser yo sin temor a nada.

Les conté qué me gustaba de Sam? pues eran sus enormes ojos casi miel, su carácter expresivo y explosivo, sus bromas, su manera de divertirse (que a veces era excesivo para ser una madre de familia), su practicidad para tomar la vida y la facilidad que tenía para atraer a los chicos, sí así es, todos los chicos que conocíamos se enamoraban de Samantha y ella lo disfrutaba mucho, jugaba con ellos, se burlaba y hasta a veces apostábamos cuánto tiempo demoraría un chico en sacarla a bailar. Fue esa complicidad la que nos hizo conocernos más, nos dimos cuenta que ella y yo éramos más felices juntas y no necesitábamos payasos a nuestro alrededor, salvo cuando queríamos burlarnos de alguien. Sam y yo sabíamos exactamente que nos hacía felices, de qué hablar, qué película ver o que comprar para comer, eramos la pareja perfecta. Nuestros días libres siempre la pasábamos con su hija, en esa época sólo tenía 2 añitos, la sacábamos a pasear, creo que yo me preocupaba más por ella que Sam, pero eso a ella le agradaba y a mi también, empecé a sentirme todo un padre de familia... jajaja... Con ellas me enteré que cuando uno ama se acostumbra a dar sin pedir nada a cambio, con ellas mi perspectiva de la vida cambió 360 grados, ya no estaba sola, ya no vivía sólo por respirar, con ellas aprendí que el egoísmo sólo existe cuando no amas lo suficiente.

sábado, 1 de marzo de 2008

Mi primer beso de verdad


Estudié en un colegio de monjas y de mujeres... siempre me gustaron una o dos chicas del salón, que obviamente eran mis amigas, pero nunca intenté nada, siempre he respetado muchísimo a mis amigas y además uno no puede ir abordando así a la gente no creen??? bueno, les cuento esto porque la primera chica que besé estudió conmigo en el cole y aunque no lo crean, en esa época yo con las justas le hablaba y nunca me llamó la atención. 6 años después de salir del cole me la encontré y de veras me impresionó lo bonita y cambiada que estaba, su nombre es Samantha, ese día intercambiamos teléfonos, ella no estaba en muy buena situación económica y como yo tenía un buen trabajo le ofrecí mi ayuda en caso la necesitara. Fue así como empezamos a vernos con otras amigas, hasta que un día yo necesitaba una asistente en el trabajo y no se me ocurrió mejor idea que pasarle la voz, coordiné una entrevista con mis jefes y la contrataron, no saben lo feliz que se puso... no solo por el trabajo si no porque ibamos a vernos siempre y la verdad nos llevábamos super bien, les juro que yo no tenía segundas intenciones con ella, si me parecía linda pero sabía y estaba muy convencida que no existía persona más straight que Samantha, había tenido muchos novios y es más tenía una hijita, con quien yo me llevaba super bien.
El asunto fue que empezamos a trabajar juntas, yo siempre fui muy seria y me gustaba concentrarme mucho en el trabajo, en cambio ella era divertida, bromista y super melosa conmigo, lo cual me incomodaba porque después de tantos meses de convivir 9 horas diarias, sus mimos se iban convirtiendo en casi necesarios para mi y las tocadas de mano ya no me pasaban tan inadvertidas. Un buen día Samantha peleó con el enamorado que tenía desde que estaba en el colegio y estaba super deprimida, fuimos a mi casa y me dijo que se iba a quedar a dormir (no era la primera vez que lo hacía), así es que no me sorprendió, me pidió que compré cerveza para aliviar su depresión, yo no podía tomar porque estaba con antibióticos y ella se terminó toda la cerveza que compré, empezamos a cantar canciones románticas en mi karaoke, nos pusimos a bailar como locas, en serio, la pasábamos muy bien juntas!!!. Yo estaba super sana pero a la vez muy triste porque Samantha estaba sufriendo mucho, lo peor fue que en una de esas se puso a llorar de una forma incontrolable y yo lo único que deseaba era poder aplacar un poco de su dolor porque se me partía el corazón de verla sufrir por ese idiota que no la valoraba nada.
En ese momento sucedió todo, me dije para mi misma, Alanis, tienes que atreverte, tienes que hacerlo, bésala, abrázala, demuéstrale que no está sola, que tú puedes darle todo ese amor que necesita y que hasta ahora nadie ha sabido darle. En serio, me armé de valor, ni siquiera pensé en el rechazo ni en que podríamos destruir nuestra amistad, la cual después de casi un año de trabajar juntas había crecido enormemente, y yo diría que ya no podíamos vivir la una sin la otra. Fue en ese momento, con "La Incondicional" de Luis Miguel como fondo en la radio, que me atreví y por fin después de 24 años y medio cruce esa delgada línea que te separa entre lo que tu piensas que está bien porque todo el mundo te lo impone y lo que tu corazón y tu cerebro están pidiendo a gritos porque no concibes seguir viviendo sin haber besado los labios de una mujer. En ese instante me acerqué a Samantha (estábamos a 1 cm de distancia) y la mire fijamente a los ojos, sequé sus lágrimas con mis dedos y me quedé sosteniendo su mejilla, ella solo me dijo "Te quiero mucho" y eso bastó para que yo me acercara y pegara mis labios a los de ella, en serio nunca olvidaré ese momento ni la sensación que me causó tocar sus labios, sentí la suavidad más indescriptible de mi vida... había enfrentado por fin mi homosexualidad y con eso empezaba un largo y duro camino hacia mi descubrimiento interior.
Lo que sucedió después de ese beso, se los contaré en la próxima entrega de este blog.