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lunes, 31 de agosto de 2009

La gota que derramó el vaso...


El amor es tan complicado! siempre creí que tratar de hacer las cosas bien de corazón era suficiente para obtener los mejores resultados... créanlo o no a mi no me resultó esa estrategia... en las 3 relaciones lésbicas que he tenido los finales no han sido los mejores... no soy perfecta y lo reconozco, pero créanme que cuando me enamoro trato de que la otra persona sea feliz aún si para eso tengo que sacrificarme a mi misma...
Mi relación con Lucía me ayudó tanto a salir del closet... empecé a conocer gente como yo... a salir a antros gays sin roche... a ser yo misma sin inhibiciones... y eso solo se lo debo a ella, tal vez si no la hubiera conocido aún seguiría esperando que me toquen la puerta y me inviten a salir.... Lucía fue la primera relación seria y verdadera que tenía, las 2 anteriores solo fueron casualidades, fueron antesalas a lo que al final iba a ser una relación verdadera y totalmente correspondida.
No quiero decir nada malo acerca de ella, no se lo merece, al final me dio muchas cosas buenas, me amó, me cuidó, me engrío, y yo, bueno según yo también lo hice, tal vez ella lea esto y piense que no fue cierto, tal vez ahora ella crea que mi amor no fue suficiente, pero no fue así bebé, simplemente las discusiones tienen un límite y nosotras lo sobrepasamos hace tiempo.
La verdad fue que Lucía descubrió que yo seguía hablando con Mariella, la mujer que amé antes y con quién nunca concreté ninguna relación porque nos conocimos en momentos equivocados. Yo le juré a Lucia que Mariella y yo no nos hablábamos hace casi 2 años, y no era cierto.... si no se lo conté fue para evitar más peleas, más inseguridades y más celos, tenía miedo de un desenlace así, y no me equivoqué, cuando Lucía se enteró se ofuscó tanto que discutimos muy feo. Me molestó tanto que lo único que le dije fue que se vaya de la casa, que me deje sola y que si no creía en mi ya no teníamos más nada que hacer. En la noche llegué y Lucía se había ido, yo pensaba que la iba a encontrar ahí, que podríamos hablar y que podríamos arreglar todo, pero fue muy tarde, al irse todo se complicó, mi rabia creció, la suya también.
El amor no fue suficiente, el amor nunca es suficiente cuando los problemas son más grandes, cuando la confianza se rompe, cuando el hastío te envuelve, cuando el cansancio te gana, cuando las mentiras se descubren, cuando el orgullo te ciega.
Solo quiero decirte desde aquí Lucía que si quería hacer las cosas bien contigo, que si quería que lo nuestro dure, que si quería cuidarte, que si quería protegerte, que si quería verte crecer, pero no me dejaste, no me ayudaste, no me valoraste, no me creíste.
Me llena de pena recordarte, me llena de pena pensarte, me llena de pena olvidarte. Debo seguir adelante, debo olvidarte para no sufrir, debo bloquearme para no llorar, debo decirte que siempre tendrás un lugar especial en mi corazón y que solo quiero que seas feliz, espero que encuentres en otra mujer esa seguridad que yo nunca pude darte, esa felicidad que yo nunca te ofrecí y esa fidelidad que según tú no te di.

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