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jueves, 20 de agosto de 2009

Nada es para siempre...



Ocho meses después de mi última entrada, aquí estoy de nuevo, y no con buenas noticias... les cuento que Lucía y yo volvimos a Lima en marzo después de 8 meses de haber estado en la sierra del Perú ... ya que fui transferida allá por trabajo...
Soy consciente que cuando estuve en este lugar descuide mucho a Lucia, no porque dejara de amarla si no porque tenía que ser tan hetero que ahora que lo recuerdo no saliamos porque en esta provincia nunca encontramos una disco de ambiente y solo estabamos solas en el departamento y ella se aburría muchísimo... yo de vez en cuando salía con mis amigos del trabajo... muy a pesar suyo ya que detestaba que la deje sola... tuvimos tantas discusiones!!!
tantas crisis!!! que en año nuevo estuvimos a punto de separarnos... creo que fue una de las peores peleas de nuestra relación...
Les juro que ahora que leo la entrada en la que les cuento cuando la conocí y cuando nos fuimos a vivir juntas... se me salen las lágrimas solo de impotencia porque a pesar que traté de hacer lo mejor .... todo se fue al diablo...
Estoy sola en el departamento, sola en la cama, sola en la cocina, sola en el comedor, sola en la sala, y cada rincón de nuestra casa me recuerda a ella, a nuestra vida juntas, a todas las reuniones que hicimos, a todas las veces que reímos, bailamos, cantamos, tomamos, fumamos, nos besamos.
Por qué los seres humanos siempre echamos a perder todo? por qué los seres humanos nos empeñamos en vivir con alguien a pesar que estamos seguros que somos tan diferentes y que a la larga la separación nos va a dejar un vacío tan profundo q no nos va a dejar respirar.
Somos masoquistas? con todo lo que me ha pasado yo creo que si lo soy.... si aún amo a Lucía? claro que si ... si volvería con ella? es tan difícil responder esa pregunta... nuestra relación se desgastó tanto que últimamente discutíamos 8 días a la semana y 25 horas al día (y eso que solo nos veíamos 4)... hablábamos poco y yo la celaba hasta de la mosca que pasaba por su lado.
Lucía cambió mucho cuando volvimos... no sé...creo que se sintió tan segura rodeada de sus amigas que empezó a ignorarme, a descuidarme, a molestarse de todo y de nada a la vez.
Créanme que sufrí demasiado, con el trabajo, las deudas, la rutina, los celos y el desamor, mi vida se hacía cada vez más difícil, más dura, más sin sentido y la relación ideal que tanto me había costado alcanzar se diluía entre mis manos sin que yo pudiera evitarlo.
En la próxima entrada les contaré un poco más sobre la raíz de este asunto, les contaré por qué Lucía decidió dejarme y por qué yo le pedí que se fuera de mi lado. En serio nunca pensé estar escribiendo el final de mi historia de amor.
Pero una vez más puedo decir que nada dura para siempre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Llegué aqui, buscando justamente lo que dice la descripción de tu blog.

Soy una "no definida" envuelta en un mundo heterosexual y aburrido, aunque en esta ultima semana no tanto. Te leeré, es un placer estar aqui.


Un beso.